Calígula favorece a Demetrius después de vencer a varios contrincantes en la arena y lo nombra tribuno, junto con eso le encarga encontrar el manto de Jesús.
Demetrius busca el manto en toda Roma y cuando encuentra a Pedro, éste le dice que el manto está en una tienda. Demetrius ingresa allí y encuentra a su amada Lucía viva, pero inconsciente y aferrada al manto sagrado.
Cuando se da cuenta de esto, su fe regresa; sin embargo cumple con su misión y le entrega el manto a Calígula. Para probar su eficacia, Calígula mata a un prisionero e invoca los poderes del manto para resucitarlo sin conseguirlo.
Debido a esto Demetrius estalla en contra de Calígula y ante esto Demetrius es devuelto a la arena donde un antagonista lo vence.
Claudio en nombre de la Guardia pretoriana le solicita al emperador su indulto hacia Demetrius lo que es negado causando así una rebelión entre los soldados Romanos que finalmente asesinan a Calígula salvando así a Demetrius, así mismo proclaman a Claudio como el nuevo César el cual le concede a Demetrius regresar con los cristianos haciéndole además la promesa de no perseguirlos siempre y cuando no alteren el orden en el imperio.