Rebeca acostumbraba vivir dentro de un mundo lleno de opciones. Era una joven con ambición y con la meta de ser dentista. Tenía dirección, seguridad, inteligencia, amistades, dinero, novio todas las opciones que podría anhelar una joven adolescente.
Sin embargo, repentinamente su mundo se deteriora en una encrucijada. Convencida por su novio, Pedro, de que tener relaciones sexuales antes de casarse no trae consecuencias, Rebeca ahora se encuentra encinta. Su difícil situación la pone en la posición de una disyuntiva de vida (quedarse con el bebé) o de muerte (abortar el bebé).
La joven está en duda, ¿Qué debe hacer? Por un lado, Pedro dice que debe abortar el embrión, ya que lo que ella carga “es sólo un montón de células.” Su amiga Julieta, quien decidió mantenerse pura hasta casarse, le dice que la alternativa correcta es vida. Su padre, a quien le preocupa su reputación y el daño que le hará esta situación a su posición como anciano de la iglesia, le exije un aborto. Su madre le aconseja la preservación de la vida. . . . ¡Rebeca se siente entre la espada y la pared!
El desenlace de la trama se desarrolla hasta el punto en que Rebeca se encuentra . . . Sin Alternativa.